
La valvulina, también conocida como aceite de transmisión, es un lubricante esencial para el buen funcionamiento de la caja de cambios y los diferenciales de tu vehículo. Su principal función es proteger los engranajes frente al desgaste, reducir la fricción y asegurar una transmisión suave y eficiente.
Existen diferentes tipos de aceites de transmisión —manuales, automáticos, ATF, GL-4, GL-5— así como distintas viscosidades como 80W90 o 75W90, que deben elegirse según las especificaciones del fabricante.
En esta guía te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la valvulina: qué tipos hay, cuándo cambiarla, cómo elegirla y cuáles son los productos más recomendados del mercado. Además, podrás acceder a comparativas y marcas especializadas para encontrar el lubricante perfecto para tu coche.
¿Buscas el mejor aceite de transmisión? Sigue leyendo y encuentra el adecuado para tu vehículo.
Tipos de Aceites de Transmisión
Los aceites de transmisión, comúnmente conocidos como valvulina, cumplen una función esencial en la protección y el correcto funcionamiento de la caja de cambios y los diferenciales. Sin este lubricante, los engranajes estarían expuestos a fricción, sobrecalentamiento y desgaste prematuro.
No todos los sistemas de transmisión utilizan el mismo tipo de aceite. De hecho, elegir la valvulina adecuada depende del tipo de transmisión (manual o automática), del diseño del sistema de engranajes y de los requisitos técnicos del fabricante. A continuación, te explicamos los tipos principales.

Aceite para Transmisión Manual (GL-4)
El aceite para cajas manuales está diseñado para resistir altas presiones y proteger los componentes metálicos sin comprometer los sincronizadores internos, que suelen estar fabricados en materiales más sensibles como el latón.
Estos aceites suelen clasificarse como GL-4 según la normativa API, y presentan un equilibrio entre aditivación antidesgaste y compatibilidad con los metales blandos del interior de la caja.
A diferencia de otros lubricantes más agresivos, como los de tipo GL-5, los aceites GL-4 mantienen una formulación más suave que evita la corrosión química de los sincronizadores. Por eso son los más adecuados para la mayoría de cajas de cambio manuales modernas y clásicas. Usar el tipo incorrecto puede acelerar el desgaste de los componentes internos y dificultar el cambio de marchas.

Aceite para Transmisión Automática (ATF)
El ATF (Automatic Transmission Fluid) es un fluido específico para transmisiones automáticas, tanto tradicionales como algunas de tipo CVT (transmisión variable continua) o DSG (transmisión de doble embrague). Además de lubricar, este aceite cumple funciones hidráulicas, actúa como refrigerante y permite el correcto funcionamiento de válvulas, convertidores de par y embragues internos.
Los aceites ATF son más ligeros que los de transmisión manual y presentan una composición distinta, con aditivos detergentes, antioxidantes, antiespumantes y acondicionadores de sellos. Existen diferentes especificaciones como DEXRON, MERCON, ATF+4 o CVT Fluid, cada una adaptada a un tipo de transmisión y a los requerimientos técnicos del fabricante del vehículo.
Un error común es pensar que todos los ATF son universales, pero cada transmisión automática necesita un tipo de fluido específico.

Aceite para Diferenciales (GL-5)
El aceite de diferencial está sometido a condiciones de trabajo más extremas que el de la caja de cambios. Lubrica engranajes hipoidales que operan con cargas elevadas, deslizamientos laterales y alta presión de contacto. Por eso, se utilizan aceites con clasificación GL-5, ricos en aditivos de extrema presión (EP) diseñados para resistir este tipo de esfuerzo mecánico.
Este tipo de valvulina no solo protege contra el desgaste, sino que también reduce el ruido, disipa el calor y mantiene una película de lubricación estable incluso en condiciones severas como remolque, conducción off-road o tracción 4×4.
En muchos vehículos con tracción trasera o integral, el diferencial trasero y/o delantero necesita un aceite GL-5 específico, y en algunos casos incluso con aditivos para diferenciales autoblocantes (LS – Limited Slip). Utilizar un aceite no adecuado puede provocar vibraciones, desgaste acelerado o fallos en el diferencial.
Viscosidades más comunes en aceites de transmisión: manuales, diferenciales y ATF
Los aceites de transmisión se clasifican, en la mayoría de los casos, según su grado de viscosidad. Esta propiedad determina cómo fluye el lubricante a distintas temperaturas y es clave para garantizar una lubricación adecuada en cajas de cambio manuales, diferenciales y otros elementos del sistema de transmisión.
En el caso de las cajas manuales y los diferenciales, se utilizan generalmente aceites con normas SAE, similares a las de los aceites de motor, aunque con propiedades adaptadas a engranajes. Las viscosidades más comunes en estos casos son:
75W | 75w85 | 80w90 | 85w140 |
80W | 75w90 | 80w140 | |
75w80 | 75w140 | 85w90 |
Cada una está pensada para condiciones específicas de carga, temperatura y tipo de transmisión, tanto en turismos como en vehículos industriales.
En cambio, para las cajas automáticas, la clasificación por viscosidad no aplica de la misma manera. En su lugar, se utiliza el término general ATF (Automatic Transmission Fluid), el cual se subdivide según especificaciones técnicas determinadas por cada fabricante (como DEXRON, MERCON, ZF, entre otros).
En esta sección nos centraremos en las viscosidades estándar para cajas manuales y diferenciales. Para conocer más sobre los diferentes tipos de ATF y sus aplicaciones, puedes visitar nuestra sección dedicada:
Diferencias entre aceite de transmisión y aceite para diferenciales
Aunque ambos productos se conocen comúnmente como valvulina, lo cierto es que el aceite de transmisión y el aceite para diferenciales no son lo mismo. Ambos lubrican engranajes, pero lo hacen en condiciones muy distintas y requieren formulaciones específicas.
El aceite de transmisión (normalmente de tipo GL-4) está diseñado para proteger los componentes de la caja de cambios, incluyendo los sincronizadores, que suelen ser sensibles a aditivos agresivos. Ofrece una buena protección frente al desgaste sin afectar al funcionamiento de los sincronizadores, lo que es crucial para un cambio de marchas suave.
Por otro lado, el aceite de diferenciales (habitualmente de tipo GL-5) trabaja bajo condiciones más exigentes: altas cargas de presión, fricción lateral constante y altas temperaturas. Por eso incluye más aditivos de extrema presión (EP), que ofrecen mayor protección, pero que pueden ser corrosivos para metales blandos si se usan en cajas de cambio que no están diseñadas para ellos.
En resumen:
- GL-4 (Transmisión manual): protección moderada, compatible con sincronizadores.
- GL-5 (Diferenciales): protección extrema, no apto para todas las cajas manuales.
Ahora bien, algunas marcas ofrecen aceites etiquetados como GL-4/GL-5. Esto significa que han sido formulados para cumplir con ambas especificaciones, protegiendo tanto engranajes de alta carga como sincronizadores delicados. Este tipo de productos pueden ser compatibles tanto con cajas de cambio como con diferenciales, pero es fundamental consultar la ficha técnica del fabricante y el manual del vehículo antes de usarlos.
Nunca los intercambies sin confirmarlo: utilizar un GL-5 puro en una transmisión que requiere GL-4 puede provocar desgaste prematuro de los sincronizadores o incluso fallos en el cambio.
¿Cada cuánto se cambia el aceite de transmisión o de diferencial?
A diferencia del aceite de motor, el aceite de transmisión o valvulina no siempre tiene un intervalo fijo y generalizado. Sin embargo, sí se degrada con el uso, el calor y la fricción, por lo que es fundamental revisarlo y sustituirlo según el tipo de transmisión y las condiciones de uso.
Transmisiones manuales
En cajas de cambio manuales, muchos fabricantes indican que el aceite es “de por vida”, pero en la práctica esto significa hasta 150.000 km en condiciones normales. Si el coche circula en ciudad, se somete a cargas altas o arrastra remolques, lo recomendable es cambiarlo cada 80.000 – 100.000 km.
Transmisiones automáticas
En las cajas automáticas (AT), CVT o DSG, el aceite sí se degrada más rápido, ya que además de lubricar, actúa como fluido hidráulico. Aquí el cambio suele estar recomendado entre 60.000 y 100.000 km, o incluso antes en condiciones severas. Algunas cajas automáticas modernas llevan filtros internos que también deben cambiarse.
Diferenciales
El aceite del diferencial también envejece, sobre todo en vehículos con tracción total o que circulan fuera de carretera. Lo habitual es renovarlo cada 100.000 – 120.000 km, aunque hay fabricantes que recomiendan intervalos más cortos en condiciones de alta carga térmica o humedad.
Consejo útil: Aunque algunos aceites se publicitan como “long life” o “fill for life”, revisarlos y sustituirlos previene averías costosas en la transmisión o el diferencial.
Tabla técnica: Aceites de transmisión y diferenciales
A continuación, te mostramos un resumen técnico de los tipos de aceites utilizados en cajas de cambio, transmisiones automáticas y diferenciales. Este cuadro no sustituye las recomendaciones del fabricante, pero sirve como referencia general para identificar el producto adecuado según el sistema.
Tipo de aceite | Uso específico | Normativa API / OEM | Viscosidades más comunes | Compatibilidad técnica |
---|---|---|---|---|
Aceite para caja manual
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Transmisiones mecánicas con sincronizadores | API GL-4 ZF TE-ML 02B/16A | 75W-80 75W-85 75W-90 |
Compatible con bronce/latón. Aditivos EP moderados.
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Aceite para diferencial
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Diferenciales hipoidales sin fricción limitada | API GL-5 ZF TE-ML 05A/07A | 75W-90 80W-90 85W-140 |
Alta protección EP. No usar en cajas sincronizadas salvo indicación.
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GL-4/GL-5 dual
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Transmisiones y diferenciales combinados | API GL-4 / GL-5 ZF TE-ML 08 | 75W-90 |
Solo si el fabricante garantiza compatibilidad con sincronizadores.
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ATF (automática)
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Transmisiones automáticas tradicionales | DEXRON III / VI MERCON V / LV ATF+4 | Fluido ATF (≈ 6–7 cSt @100°C) |
Lubricación + función hidráulica. No compatible con CVT o DSG.
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ATF CVT
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Transmisiones de variador continuo | Nissan NS-2 Toyota CVT-FE Honda HCF-2 | Fluido CVT específico |
No intercambiable con ATF convencional. Requiere tipo exacto.
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Aceite DSG/DCT
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Doble embrague húmedo o seco (VAG, Ford) | VW G 052 182 / G 055 529 MB 236.21 | Sintético específico |
Muy dependiente de fabricante. No usar ATF estándar ni CVT.
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Diferenciales autoblocantes LSD
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Diferenciales con fricción limitada (LSD) | API GL-5 + fricción modificada | 75W-90 80W-140 |
Requiere aditivos para evitar ruidos y deslizamientos irregulares.
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Preguntas frecuentes sobre valvulina y aceites de transmisión: tipos, cambios y cuidados
El aceite para la transmisión —también conocido como valvulina— no es universal: depende del tipo de caja que lleve tu vehículo. En las transmisiones manuales, lo habitual es utilizar aceites con especificación GL-4, diseñados para proteger engranajes y sincronizadores. En cambio, las cajas automáticas requieren ATF (Automatic Transmission Fluid), con formulaciones muy específicas como DEXRON, MERCON o ATF+4, dependiendo del fabricante.
Además, las cajas CVT (transmisión variable continua) y las DSG (doble embrague) utilizan fluidos propios, que no son intercambiables entre sí ni con otros tipos. Para no poner en riesgo la mecánica, lo más importante es comprobar siempre en el manual del vehículo qué tipo de aceite o fluido recomienda el fabricante y respetar esa especificación.
El aceite de transmisión no solo lubrica, también enfría y protege los componentes internos de la caja. Si circulas con un nivel bajo, la transmisión trabaja “en seco”, generando fricción excesiva y aumentando la temperatura.
En transmisiones automáticas, esto puede traducirse en tirones, cambios erráticos, resbalones o incluso que la caja deje de transmitir movimiento. En las manuales, lo habitual son ruidos metálicos, dificultad para meter marchas y desgaste acelerado de los engranajes.
A la larga, la falta de aceite puede derivar en daños muy costosos o incluso en la necesidad de sustituir toda la caja de cambios.
El intervalo de cambio del aceite de la transmisión varía mucho según el tipo de caja y el uso que le des al vehículo. Como orientación general, en las transmisiones manuales suele ser recomendable sustituirlo entre los 60.000 y 120.000 km.
En las automáticas, muchos fabricantes no exigen un cambio periódico, pero la práctica demuestra que hacerlo cada 60.000–80.000 km ayuda a prolongar su vida útil y mantener el buen funcionamiento.
Si el vehículo se usa en condiciones severas —por ejemplo, remolcando, en climas extremos o con tráfico intenso— conviene acortar los intervalos. Siempre consulta el mantenimiento recomendado en el manual y, ante la duda, opta por cambiarlo antes que después.
Tu coche puede avisarte de que algo no va bien en la transmisión a través de varios síntomas. Presta atención a:
- Cambios de marcha bruscos o difíciles.
- Ruidos extraños, como zumbidos o chirridos.
- Vibraciones en la palanca o durante la conducción.
- Olor a quemado proveniente de la transmisión.
- Pérdida de rendimiento o respuesta lenta al acelerar.
En muchos vehículos automáticos, además, puedes comprobar el nivel y color del ATF con una varilla (si la lleva). En caso de duda, lo ideal es que un profesional revise el sistema o realice un diagnóstico electrónico para detectar posibles fallos.
Circular con un nivel bajo de aceite en la caja de cambios es una de las peores cosas que puedes hacerle a la transmisión. El lubricante es vital para reducir la fricción, disipar el calor y evitar el desgaste de los engranajes y cojinetes.
Con poco aceite, las piezas internas se rozan directamente entre sí, lo que provoca un desgaste prematuro, aumento de temperatura y posible deformación de componentes. Si se prolonga en el tiempo, esto puede desembocar en averías graves y reparaciones muy caras.
Por eso, revisar periódicamente el nivel y estado del aceite —y rellenarlo o cambiarlo cuando toque— es una inversión pequeña que te puede ahorrar muchos problemas.

Técnico Especialista en Mecánica y Electricidad del Automóvil
Redactor técnico en Aceites y Motores con más de 20 años de experiencia en mantenimiento, diagnóstico y lubricación de vehículos. Ha trabajado en Servicios Oficiales como Toyota, Honda y Opel, además de gestionar su propio taller. Ver perfil completo →